La semana pasada hice una escapadita a mi tierra para ir a una boda, y yo, que casi no voy a estos eventos porque en mi familia somos muy pocos, estaba emocionadísima.
La novia estaba preciosa, con un modelo personalizado de
Franc Sarabia con el velo de plumetti y los hombros con un aplique de abalorios. La madrina fue de morado
(por intuición!), a juego con el color clave que eligió la novia para ese día, y la madre de la novia con un vestido tipo años 50 muy estructurado. A los chicos les tocó asumir el papel de pingüinitos, combinando con el color de sus corbatas para ir a juego con sus parejas.
Yo, en contra de lo que marcaba el protocolo, me vestí de largo
(porque sino no lo podría haber hecho nunca!) en color tostado, con unas flores color vino adornando el escote. El peinado, aunque en las fotos no se aprecie, era una combinación de dos trenzas de raíz que acababan en un moño lateral. Mi amigo J*, que tenía muchas ganas de salir en el blog, llevaba una corbata verde y fue aclamado entre todos los invitados como el chico más guapo de la boda
(con permiso del novio, que era su hermano jejeje)
Hasta aquí la crónica bodil, ahora os toca a vosotras, ¿os han gustado los looks? ¿conocíais al diseñador del vestido de la novia?