La dificultad de tener una 48
Parece que no, pero es una tragedia. Es la talla en tierra de nadie.
En las colecciones normales no existe, por mucho que en la web de Zara puedas filtrar hasta una 52 de pantalón, nunca hay (abrid una pestaña del navegador y comprobadlo). Es una cruel y vil mentira. Y ya que estamos con Zara, id a una tienda y buscad la XL de la prenda que más os guste. Si la encontráis habéis tenido un golpe de suerte, pero el 75% de las veces no será así, aunque en la etiqueta marque que sí la tienen. Que sí, que estamos de suerte porque en las boutiques online (léase Asos, Dorothy Perkins, etc) hay más variedad de tallas, pero el subidón que te da salir una tarde de compras y volver hasta arriba de bolsas no te lo da el click de un ratón.
Y las tiendas especializadas en tallas grandes...es mejor reír por no llorar. Señores diseñadores de tallas grandes: no traten de engañarnos diciendo que los sacos de patatas que venden son vestidos, no cuela. Y eso por no hablar del estilo y color de las prendas. Tengo 25 años y no quiero vestir como una yaya (aunque desde aquí también reivindico que las abuelas tienen derecho a vestirse), quiero verme bien, marcando mi cuerpo y adaptándome a las tendencias, cual fashion victim que soy.
Yo tengo una 48 y me veo cuerpo, se distingue donde tengo el culo y dónde las tetas, no soy una bola de carne. Me puedo apañar con muchas cosas de la 46 de H&M (¡bendito H&M!) y pantalones simples de C&A, pero ya. Salirse de ahí es arriesgarse a parecerse a Falete.
Ahora os toca a vosotras, ¿creéis que en las tallas grandes abusan de la "ropa saco"?